viernes, 9 de octubre de 2015

LA ECONOMÍA DE ÁFRICA

LA ECONOMÍA DE ÁFRICA

La economía africana, el continente olvidado, está empezando a resurgir con la colaboración de los países asiáticos y más concretamente de China. El interés que suscita África procede, principalmente, de los innumerables recursos naturales que posee. El continente africano ostenta el 99% del cromo total del mundo, el 54% del oro, el 68% del cobalto y, además, es el continente que más diamantes de calidad produce en el mundo. Es poseedor de petróleo, fundamental para el desarrollo asiático y aún más bajo la situación actual de precios elevadísimos, procesos inflacionistas y ralentización económica mundial.




Otro hecho a tener en cuenta es el dominio de idiomas europeos en el continente: hay más población francoparlante en África que en Francia, lo mismo sucede para el caso británico y portugués. Dato importante y que no pasa desapercibido para Asia de cara al desarrollo de futuros planes. Además, la mano de obra local puede proporcionar una ayuda significativa para sectores como el turismo, la agroindustria, textil, etc.
Observando estos datos y muchos más junto con las buenas oportunidades de la región se comprende el gran crecimiento que se ha producido entre los años 2004-2006 de la inversión directa proveniente del extranjero. En concreto, ha alcanzado un record histórico de 39.000 millones de dólares a la vez que las inversiones de África en el exterior se han cuadruplicado en ese mismo periodo. Este crecimiento, que venía dado en parte por las inversiones tradicionales de Hong-Kong, República de Corea, Singapur o Taiwán, ha crecido exponencialmente con la incorporación de China e India, con una implicación muy importante en el continente africano. Implicación China, acentuada tras la Cumbre África-China de 2006 en Beijing, cuando los máximos mandatarios chinos trataron con 50 jefes de Estado y ministros africanos. Desde esa fecha, sus interacciones económicas no han dejado de aumentar: entre 2000 y 2007 sus flujos comerciales pasaron de 11.000 a 57.000 millones de dólares, las inversiones chinas están presentes en 48 países africanos, y el país asiático se ha convertido en el tercer destino de exportaciones africanas.



África lo que persigue es llegar a lograr un crecimiento sostenible. Un crecimiento que venga sustentado por el incremento de productos manufacturados y que estos, a su vez, cada vez posean mayor valor añadido. Esto es necesario ya que, valiéndose tan solo de exportaciones que carecen de elaboración previa, no generaran valor suficiente y solo se crecerá mientras los recursos naturales existan y no se agoten. Es necesario, por tanto, esa transición. No es un problema de falta de recursos, sino de empleo de los mismos.
Siendo positiva la noticia, la cuestión que queda en el aire es saber si los intereses asiáticos, en forma de capital extranjero en el continente africano, ayudarán a la región a dar un salto modernizando sus industrias para afrontar la globalización o, por el contrario, solo tratará de extraer los recursos que interesen a Asia para posteriormente, cuando estos se acaben, abandonar la región sin apenas haber ayudado a su despegue, tan sólo a su explotación.


Un continente subdesarrollado

Los países africanos, especialmente en la región subsahariana, carecen de infraestructuras de transportes, de medios técnicos de producción, de industria y de sistemas financieros. Todo ello, unido a la conflictividad derivada de la pobreza y de los enfrentamientos interétnicos, que a menudo degeneran en guerras, da lugar a una situación perenne de miseria que afecta a una buena parte de la población del continente.
Por sectores, el primario es el dominante, pero la producción se centra en los cultivos de subsistencia y en los grandes monocultivos tropicales, principalmente cacao y café, explotados con sistemas anticuados y de bajo rendimiento.
El secundario casi no existe, y el terciario comienza a desarrollar, en algunos Estados, una incipiente infraestructura turística.


Recursos naturales

La pobreza de África contrasta con la abundancia potencial de sus recursos. Definidos por sectores, podemos destacar los siguientes:
Alimentación: África cuenta con tierras fértiles, praderas propicias para la ganadería, bosques y grandes bancos de pesca. La mayor parte de estos recursos están subexplotados o concedidos a empresas extranjeras.
Minería: en todo el continente abundan los yacimientos de minerales preciosos, diamantes, metales y otros recursos similares. Sin embargo, salvo en la República Sudafricana, la explotación mineral adolece de problemas similares a los de la agricultura.
Energía: los países árabes, así como Nigeria y otros Estados del África negra, explotan sus yacimientos de petróleo y gas natural. Los recursos hidráulicos, también muy importantes, encuentran, no obstante, menor grado de utilización.

Otros recursos: los paisajes, el exotismo, el legado cultural y natural constituyen recursos importantes para el sector turístico. Algunos países, como Marruecos, Egipto o Kenia han desarrollado una destacada industria de este tipo, pero en la mayor parte del continente continúa sin explotarse.




COMENTARIO
La economía de África se basa en el comercio, la industria, los recursos naturales y humanos. África es uno de los continentes más pobres.Desde un punto de vista económico, puede decirse que África es un continente aislado del resto del mundo. Aunque existen excepciones notables, como la República Sudafricana, o la mayor parte de los países del Magreb, prácticamente toda África se encuentra sumida en una grave situación de atraso y subdesarrollo. 



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